Negociación del Sistema de Traspasos

El caso Diarrá en el cual el Tribunal de Justicia de la Unión Europea decidió que el sistema que FIFA viene implementando desde hace más de 20 años es contrario al derecho de la Unión Europea ordenó modificar varios asuntos que atentan contra la libertad de movimiento de los trabajadores de la Unión Europea.

Como siempre, los europeos en su insoportable eurocentrismo pretenden solucionar todo entre ellos y para ellos. Dicen que es que en Europa se concentra el mercado global de traspasos. Seguramente en términos de valores es absolutamente cierto, una transferencia de un jugador por más de cien millones de libras puede representar más de doscientas transferencias entre Sudamérica. Las diez federaciones de Conmebol permanentemente realizan transferencias, contratan jugadores, liberan jugadores a la terminación de las relaciones laborales y de vez en cuando mueven jugadores a Europa; supongo que lo mismo ocurrirá en Asia y en los equipos de la CONCACAF. Claro las cifras astronómicas que manejan no más de quince clubes golosos de bolsillo amplio pretenden hacernos creer que es allá donde se hace todo y se debe solucionar todo.

Pasando a los temas que dicen los europeos se deben reformar para hacer caso a lo ordenado por el Tribunal dicen que van a estudiar y hacer más eficiente el sistema de traspasos, y analizar algunos temas de solidaridad y formación y poco menos.

El mercado de traspasos es un sistema artificial que siempre afectará a los jugadores. Cuando un club decide pagar determinada suma de dinero por contratar a un jugador, esa suma de dinero debe ser algo que de alguna manera va a dejar de recibir el jugador objeto de la transferencia. Las cifras son cada vez más increíbles y parecería que de lo que se trata es de inflar los egos de los jeques, los grandes industriales americanos y uno o dos dirigentes españoles que se llenan la boca al decir que pagaron más de muchos millones de dólares o de euros por determinado jugador.

Siempre me ha llamado la atención que se paga mucho dinero por la habilidad de un tercero y que a ese tercero le toca casi nada de esa transferencia, en Colombia apenas el 8%. El deporte americano maneja esas cantidades de dinero que van a los contratos de trabajo de los jugadores, para no ir más lejos en el béisbol de las grandes ligas el japonés Shohei Ohtani de los Dodgers recibirá en su contrato 700 millones de dólares y Juan Soto 765 de los Mets. Los antiguos clubes de estas estrellas no reciben un solo dólar. Lógico ¿verdad?

Tampoco he visto interés por retirar de el sistema las odiosas cláusulas de recisión que son contrarias al sentido común y que se utilizan precisamente para torpedear la posibilidad de un jugador de buscar mejores horizontes cuando da un salto de calidad.

La indemnización por formación hace que muchos jugadores latinoamericanos no puedan trabajar pues aún sin contrato de trabajo el nuevo club contratante deberá cancelar un dinero para poder contar con ese jugador. En Colombia hay infinidad de jugadores sin contrato de trabajo y que cuando van a buscar fortuna afuera se ven con el problema de que un reglamento absurdo de FIFA le pide al nuevo club que le page una suma de dinero a un tercero. Absurdo ¿verdad?

Sería bueno que invitaran a sudamericanos y africanos a ese banquete y que los sindicatos de Sudamérica gritaran, como gritan acá para dar ideas que reflejen la real situación del fútbol del lado de acá del atlántico. Esperemos a ver que sale de tan noble reunión en Europa de europeos para europeos.